Nos alojamos en la zona este de Mallorca, en Calas de Mallorca, y fue todo un acierto. Es en esta zona donde están las pequeñas calas, es mucho más tranquila y más familiar, lejos de las aglomeraciones, ruidosas y extensas playas del sur, como nos señaló un taxista.
El hotel era muy chulo con una zona anexa de habitaciones junto al edificio principal y que daba directamente a la piscina y con vistas directa al mar.
Estaba situado junto a Cala Domingo.
Fuimos en régimen de Todo Incluido y la comida como siempre en estos sitios repetitiva. por la noche algunos días había barbacoa en la terreza y si llegabas tarde a cenar había un pequeño buffet con alguna pizza y pasta. En la zona de la piscina había fruta, refrescos y algunos cócteles.
El hotel era muy chulo con una zona anexa de habitaciones junto al edificio principal y que daba directamente a la piscina y con vistas directa al mar.
Estaba situado junto a Cala Domingo.
Fuimos en régimen de Todo Incluido y la comida como siempre en estos sitios repetitiva. por la noche algunos días había barbacoa en la terreza y si llegabas tarde a cenar había un pequeño buffet con alguna pizza y pasta. En la zona de la piscina había fruta, refrescos y algunos cócteles.
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