El peaje a la isla de Ré son 16 euros, creo que en épocas menos turísticas es menos, aunque no lo puedo asegurar.
Paramos en la oficina de información de Rivedoux Plage, nada más llegar a la isla de allí nos dirigimos a Saint Martin de Ré, con intención de ir a la playa. En el norte de la isla hay pocas playas y en la capital sólo una. Al llegar vimos que estaba lleno de algas verdes, luego comprobamos que casi todas las playas estaban igual, así que nos fuimos hasta la playa de La Pergola en la localidad de La Courde-Sur-Mer. la playa era inmensa, en realidad toda la zona sur es unan gran playa, como no pudimos bañarnos; estuvimos cogiendo pequeños cangrejitos para disfrute del peque.
A la hora de comer fuimos regresamos a la capital Saint-Martín de Ré, donde en la zona del puerto hay multitud de restaurantes y en su calle principal un montón de tiendas donde comprar algún recuerdo. Dimos un paseo por la muralla que rodeo la ciudad y por la tarde fuimos hasta la parte más occidental de la isla: El faro de las ballenas, sito en Saint-Clément-Des-Baleines. En este zona no hay mucho que ver; un faro como tantos otros y varias tiendas y restaurantes. Por la tarde, ya de regreso fuimos hasta la playa sur de Rivedoux Plage, ya que calculamos, por su orientación que sería la playa con más probabilidades de no tenet algas y acertamos.
En la isla hay multitud de zonas para andar en bici, de hecho muchos pasan el puente con ellas. Si vas en coche ve con cuidado por las carreteras y suelen cruzarlas por pasos para ellos, que no siempre están adecuadamente señalizados.
Lo más característico son los burros con pantalones, que puedes ver en Saint Martín de Ré, la capital de la isla y sus salinas que puedes ver en la parte noroccidental de la isla.
Paramos en la oficina de información de Rivedoux Plage, nada más llegar a la isla de allí nos dirigimos a Saint Martin de Ré, con intención de ir a la playa. En el norte de la isla hay pocas playas y en la capital sólo una. Al llegar vimos que estaba lleno de algas verdes, luego comprobamos que casi todas las playas estaban igual, así que nos fuimos hasta la playa de La Pergola en la localidad de La Courde-Sur-Mer. la playa era inmensa, en realidad toda la zona sur es unan gran playa, como no pudimos bañarnos; estuvimos cogiendo pequeños cangrejitos para disfrute del peque.
A la hora de comer fuimos regresamos a la capital Saint-Martín de Ré, donde en la zona del puerto hay multitud de restaurantes y en su calle principal un montón de tiendas donde comprar algún recuerdo. Dimos un paseo por la muralla que rodeo la ciudad y por la tarde fuimos hasta la parte más occidental de la isla: El faro de las ballenas, sito en Saint-Clément-Des-Baleines. En este zona no hay mucho que ver; un faro como tantos otros y varias tiendas y restaurantes. Por la tarde, ya de regreso fuimos hasta la playa sur de Rivedoux Plage, ya que calculamos, por su orientación que sería la playa con más probabilidades de no tenet algas y acertamos.
En la isla hay multitud de zonas para andar en bici, de hecho muchos pasan el puente con ellas. Si vas en coche ve con cuidado por las carreteras y suelen cruzarlas por pasos para ellos, que no siempre están adecuadamente señalizados.
Lo más característico son los burros con pantalones, que puedes ver en Saint Martín de Ré, la capital de la isla y sus salinas que puedes ver en la parte noroccidental de la isla.
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