Dejamos el coche en un parking a unos 2 kms. del Mont Saint Michel: El parking cuesta 12 euros y es gratuito a partir de las 7 de la tarde. Desde allí puedes acceder al Monte andando o en autobús (cada 5 minutos), que funcionan hasta las 2 de la mañana. Antiguamente se podía dejar el coche en las mismas falda del monte, pero eso ya paso a la historia.
Al llegar asciendes por una cuesta u escaleras hasta la abadía, así que si vas con carro piénsatelo 2 veces. Su calle principal está atestada de gente y a ambos lados hay tiendas de recuerdos, restaurantes y tiendas de bocadillos. La abadía merece la pena ser visitada y hay visitas en castellano.
Desde el exterior se puede ver el mar con los cambios de mareas. Vimos a un grupo grandísimo de persona dando la vuelta a la abadía por la arena, que parecían que estaban organizadas, ya que determinados puntos del arenal son peligrosos. Lo interesante es verlo con la marea lo más bajay lo más alta posible. Nosotros tuvimos mala suerte y no nos informamos bien y la diferencia entre la alta y la baja no era mucha y no lo vimos en todo su esplendor.
Para comer puedes hacerlo en el mismo Mont Saint-Michel o también en los restaurantes del camino, situados muy cerca de los aparcamientos. Los autobuses realizan dos paradas en sendas zonas de restaurantes. En ellas puedes encontrar tiendas donde comprar algún recuerdo o productos gastronómicos. De la primera parada al aparcamiento hay 300 metros.
Al llegar asciendes por una cuesta u escaleras hasta la abadía, así que si vas con carro piénsatelo 2 veces. Su calle principal está atestada de gente y a ambos lados hay tiendas de recuerdos, restaurantes y tiendas de bocadillos. La abadía merece la pena ser visitada y hay visitas en castellano.
Desde el exterior se puede ver el mar con los cambios de mareas. Vimos a un grupo grandísimo de persona dando la vuelta a la abadía por la arena, que parecían que estaban organizadas, ya que determinados puntos del arenal son peligrosos. Lo interesante es verlo con la marea lo más bajay lo más alta posible. Nosotros tuvimos mala suerte y no nos informamos bien y la diferencia entre la alta y la baja no era mucha y no lo vimos en todo su esplendor.
Para comer puedes hacerlo en el mismo Mont Saint-Michel o también en los restaurantes del camino, situados muy cerca de los aparcamientos. Los autobuses realizan dos paradas en sendas zonas de restaurantes. En ellas puedes encontrar tiendas donde comprar algún recuerdo o productos gastronómicos. De la primera parada al aparcamiento hay 300 metros.
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